¿Qué criterios se utilizan para otorgar la libertad condicional?
La libertad condicional es una medida adoptada por los tribunales de justicia como una forma de permitir la reinserción social de aquellas personas que han sido condenadas a una pena privativa de libertad. Esta condición atenúa la pena que se les ha impuesto y les permite recuperar paulatinamente su vida en la sociedad. El otorgamiento de la libertad condicional depende del cumplimiento de una serie de criterios y requisitos que garantizan que el liberado condicional no volverá a delinquir.
Los jueces y tribunales de justicia evalúan diversos factores para otorgar la libertad condicional. Uno de los criterios fundamentales es el tiempo cumplido de la condena impuesta. La ley establece que para poder acceder a la libertad condicional se deben cumplir al menos una tercera parte de la pena impuesta. No obstante, esta proporción puede modificarse por motivos excepcionales.
Otro de los criterios determinantes para la obtención de la libertad condicional es un buen comportamiento del recluso durante su tiempo en prisión. El interno deberá demostrar que ha mantenido una conducta intachable, respetuosa con las normas y disciplina penitenciaria. Esto es evaluado mediante un expediente académico sobre su comportamiento y aprovechamiento en los diferentes programas que ofrece el centro de detención.
Además de esto, en algunos casos, se valora positivamente la aceptación de responsabilidad por la comisión del delito y la reparación del daño causado, especialmente en casos de corrupción y delitos económicos. También, la existencia de un vínculo familiar o laboral que proporcione apoyo y recursos a la persona liberada es considerado como un factor que puede garantizar la correcta reinserción.
Asimismo, se toma en cuenta la existencia de factores socioeconómicos y culturales que puedan influir en la reincidencia del liberado. Se realiza una valoración de su entorno, de su nivel de formación, habilidades laborales y la existencia de vínculos sociales que actúen como soporte en su recuperación. La finalidad de esta valoración es conceder una libertad condicional lo más adecuada posible al perfil del interno.
Otra circunstancia que se considera es la existencia de enfermedades graves o la necesidad de cuidados especiales, así como la posibilidad de acceso a tratamientos médicos y terapéuticos. No obstante, para que estos criterios sean valorados, necesitan estar acreditados documentalmente.
Por último, cabe mencionar que el otorgamiento de la libertad condicional es una facultad discrecional de los tribunales de justicia, por lo que el juez o tribunal de ejecución de penas puede concederla o no, valorando todas las circunstancias que se han mencionado anteriormente. En todo caso, para la concesión de la libertad condicional se ha de garantizar que el condenado no suponga un peligro para la sociedad.
En conclusión, para la concesión de la libertad condicional se han de cumplir una serie de criterios establecidos por la ley que garanticen la seguridad del liberado y de la sociedad. Estos criterios tienen como objetivo asegurar que la persona liberada condicionalmente no volverá a delinquir y que se ha garantizado su correcta reinserción en la sociedad. La discrecionalidad de los tribunales de justicia a la hora de valorar cada caso individualmente supone que la decisión se tome de forma adaptada y teniendo en cuenta la singularidad de cada caso.